6 tips para mejorar tus números en póker

El póker se considera un juego de probabilidades por una razón: dichas probabilidades harán que cuando juegues con dinero real ganes en determinados momentos y pierdas en otros.

Sin embargo, si sueles jugar al póker con dinero real con frecuencia y pierdes es un mucho mayor número de veces que las que ganas, entonces es posible que estés haciendo algo mal.

En este artículo, vamos a ofrecerte de manera totalmente gratuita 6 consejos que te ayudarán a romper con esa “racha negativa” y equilibrar dichas pérdidas con algunas ganancias. No hablamos de recetas infalibles, sino de aplicar un mínimo de sentido común mientras juegas.

#1. Apuesta el dinero que puedas permitirte perder

Regla número uno para los apostadores de juegos de azar: NUNCA debes apostar más dinero del que puedes permitirte perder, más allá del tiempo que lleves jugando al póker y lo seguro que te sientas de tus habilidades como jugador. Antes de unirte a una mesa o un torneo de póker, echa un vistazo al valor de las apuestas y si tu bankroll es adecuado para dicho stack. De ser muy elevadas, lo mejor es que no te unas.

Es bastante lógico cuando lo piensas: si comienzas a jugar en mesas de apuestas altas, tu carrera como jugador de póker tiene los días contados, ya que tus probabilidades de perder aumentan. Por lo tanto, si ya has jugado en mesas con apuestas de alto valor y has perdido, lo mejor es que comiences a jugar en mesas de apuestas bajas. Debes ser plenamente consciente de la liquidez con la que cuentas y actuar en consecuencia. Así siempre mantendrás dinero en tu bolsillo para poder jugar.

#2. Aprovecha tu posición en la mesa

Tu posición en la mesa en relación con las ciegas es uno de los factores clave a considerar cuando juegas al póker. Antes incluso de comenzar a jugar, debes estudiar y aprender todo lo posible sobre las posiciones en póquer y las acciones más convenientes en relación con el lugar de la mesa en el que te encuentras.

Cuanto mejor sea tu posición en la mesa, mayores serán tus probabilidades de ganar esa mano.

A veces, la posición puede llegar a ser más relevante incluso que el poder de la mano con la que cuentes. Por ejemplo, una de las reglas más habituales dice que las últimas posiciones son mejores que las primeras, ya que te permiten ver actuar a tus oponentes. En cualquier caso, para utilizar las posiciones a tu favor, deberás saber algo más que esto.

Si es la primera vez que oyes hablar del término posición en póker, entonces es posible que hayas estado en desventaja con respecto a tus oponentes. Por tanto, en el momento en el que conozcas las posiciones y la mejor forma de actuar en cada una de ellas, como por ejemplo en la posición de juego Post-Flop, seguro que tu rendimiento con respecto a ganancias mejorará.

#3. Utiliza una estrategia

Jugar al póker sin tener una estrategia que aplicar es algo que no deberías hacer. En otras palabras, debes tener preparada una (o varias) estrategia para enfrentarte a cualquier tipo de situación de juego con ciertas garantías cuando te sientas en una mesa. Puedes hacerlo a través de los múltiples recuerdos existentes hoy en día, como visitando páginas de póker online como la nuestra, visualizando partidas de jugadores profesionales en Youtube, leyendo libros de póker, etc.

Si tu intención es mantener cierto control con tus manos iniciales, comienza por memorizar las diversas estrategias preflop disponibles.

Antes del flop tendrás algo de tiempo para pensar en cómo mejor tu mano y, al conocer las diferentes opciones disponibles, sabrás exactamente cuándo debes hacerlo y cuando retirarte. En última instancia deberás tomar una decisión basada en la combinación de todos los factores y debes hacerlo rápido. Así pues, es mejor que te pongas a estudiar las diferentes estrategias disponibles para cada fase de juego si todavía no lo has hecho.

#4. Toma descansos regularmente

Algo que debes tomarte muy en serio son los descansos cuando juegas al póker. Deberías tomarte breaks con regularidad si tu intención es estar en la mejor condición física y mental en cada mano.

En este sentido, estar mirando cartas durante demasiado tiempo puede crearte bastante confusión. De hecho, no te permitirá pensar con claridad y evaluar con precisión tu situación en la mesa en cada momento. Además, no resulta nada cómodo ni es recomendable permanecer sentado durante mucho tiempo, ya que, si estás tenso, tu espalda y tu cuello podrían resentirse.

Es por este motivo, entre otros, por los que deberías alejarte de la mesa de juego y estirar las piernas con frecuencia. Come o bebe algo ligero que te guste y te proporcione energía. También puedes caminar durante un tiempo. Notarás que después de este descanso regresas mucho mejor a la mesa.

#5. Juega cuando te sientas en perfectas condiciones de salud

Aunque en un primer momento este aspecto podría parecerte que no tiene nada que ver con el póker, en realidad resulta muy importante.

Cuando hablamos de estar en perfectas condiciones de salud, nos referimos tanto al aspecto físico como psíquico, ya que ambos pueden influir en tu capacidad de deducción. En este sentido, si sientes algún tipo de dolor físico, probablemente te concentrarás en él la mayor parte del tiempo. No podrás concentrarte en el juego, y mucho menos en tus cartas o posición. En última instancia, tomarás decisiones que perjudicarán tu juicio y, por tanto de competir a tu máximo nivel…y te irás de la mesa con dolor.

Del mismo modo, si tienes otros problemas que afecten a tu salud, lo mejor es que dejes de jugar al póquer y te marches a tu casa. Allí puedes realizar otra actividad más relajada, adecuada para ese momento, como descansar o meditar. Una vez sientas que tu cuerpo y tu mente están en perfecto estado, entonces será el momento de volver a la mesa a jugar.

#6. Aprende a detectar cuándo parar de jugar

Por último, pero no menos importante, debes saber abandonar la mesa y dejar de jugar. Uno de los momentos límite para dejar de jugar es cuando te quedes sin nada del dinero que tenías presupuestado para apuestas.

Algo que está directamente relacionado con esto, es que no debes utilizar dinero reservado para otro tipo de uso para jugar al póker. Hay jugadores que llegan incluso a vender pertenencias personales o piden un préstamo para seguir jugando. En ningún caso te plantees llegar a dicho extremo.

Recuerda que ceñirte a un bankroll era algo fundamental para jugar de una forma segura y responsable. Romper el límite de dicho gasto podría hacerte caer en una dinámica peligrosa del que te recomendamos encarecidamente que te alejes a toda costa. De hecho, este tipo de acciones podrían conducirte irremediablemente a la adicción al juego y otros problemas más graves.

Por lo tanto, recuerda utilizar únicamente el dinero presupuestado para jugar al póker. Si lo pierdes, es hora de terminar tu sesión de póquer y disfrutar de otros hobbies o aficiones que tengas.

Conclusión

Ganar jugando al póker requiere algo más que conocer las reglas del juego de memoria. Además de las acciones que debes realizar cuando juegas, también hay aspectos que debes evitar sea como sea.

Piensa que hablamos de un juego en el que habrá días que ganes y días que pierdas, por lo que nunca deberías tomártelo como algo personal. Ten en cuenta que hasta el mejor jugador de póker de la historia ha perdido jugando al póker.