Reglas de conducta en póker: qué son y cómo funcionan

El póker es un juego de casino que posee gran parte de su atractivo por las reglas que lo organizan. De hecho, estamos completamente seguros de que sin las reglas del póker, este juego no resultaría tan atrayente como lo es en la actualidad ni probablemente tuviera tanto seguimiento.

Cuando hablamos de reglas, nos referimos a las genéricas, aquellas que pueden aplicarse a tanto al Texas Holdem como a cualquier otra modalidad de póker, independientemente de si se juega de manera presencial o en una página de casino online. Sin embargo, el póker también posee otros tipos de códigos no escritos de los que queremos hablar en este artículo. Nos referimos a las reglas de conducta.

Estas reglas obvias, al menos para la mayoría de jugadores, permiten el normal desarrollo de partidas de póquer presenciales. Por tanto, tienen una gran importancia dentro de este contexto físico. A continuación, te mostramos algunas de las reglas de conducta en póker, en qué consisten y cómo aplicarlas.

Respeta al resto de jugadores y al crupier

El fundamento básico de las reglas de comportamiento es el de respetar en todo momento tanto al resto de jugadores de la sala como al crupier que gestione la mesa. Sin esta premisa básica, es imposible concebir que una partida o un torneo de póker con dinero real se pueda desarrollar con normalidad. Además, como es una «regla no escrita» que incumbe a todos los participantes, tú mismo debes solicitar que todos los demás te respeten desde el principio.

Ese respeto al resto de usuarios debe verse reflejado en la forma en la que te diriges a todos ellos, saludar cuando te sientas en una mesa de póker y despedirte cuando terminas de jugar, hablar sin utilizar términos despectivos ni realizar menosprecios de ningún tipo. Todo esto, independientemente del resultado que hayas obtenido.

Acepta las victorias y las derrotas

Uno de los momentos en los que los jugadores de póquer suelen perder el control es cuando ganan una mano con un gran bote o, en el caso totalmente opuesto, cuando pierden mucho dinero. Lo mismo ocurre cuando triunfan en un torneo de póker o caen en las primeras rondas. Ganar y perder nos saca de nuestro estado de tranquilidad. Aunque muchas veces de manera excesivamente llamativa, algo que no encaja con las reglas de conducta en póker de las que te estamos hablando.

Por eso, deberías aprender a ser un buen perdedor y a un equilibrado ganador para mantener tus emociones siempre bajo control. No decimos que no te alegres por ganar o te decepcione perder todas tus fichas. Señalamos que tu reacción a ambas situaciones no debe resultar ofensiva para el resto de los jugadores de la mesa. Para comprender mejor lo que te queremos decir, deberías hacer un simple ejercicio de empatía. ¿Cómo te sentirías si un jugador se pone a bailar como loco si te gana en un H2H o si comienza a despotricar por haber perdido?

Maneja las cartas cuidadosamente

Por otro lado, algo fundamental en las reglas de conducta no escritas es tratar los elementos físicos del juego con cuidado. En este caso, hablamos principalmente de las cartas. Las cartas son fundamentales en el póker. Tanto es así, que es sobre lo que se sustenta el juego. Manejarlas incorrectamente, doblarlas o tirarlas sobre la mesa cuando has perdido como si de una bola de papel se tratase es algo que nunca deberías hacer.

Con otros elementos físicos del juego como las fichas pasaría exactamente lo mismo. Tampoco nos queremos olvidar del mobiliario necesario para jugar al póker. El tapete, las sillas y la mesa de póker sobre la que se desarrolla la acción son objetos que deberías tratar con cuidado y respeto, como si de elementos de tu propio hogar se tratase.

No demores tus movimientos

Finalmente, si bien cada jugador cuenta con un tiempo para realizar sus acciones, demorar tus decisiones por el simple hecho de perder tiempo es algo que incluso podría llegar a resultar ofensivo para el resto de jugadores. Al fin y al cabo, recuerda que estás perdiendo tiempo de tu vida, por lo que incluso si esta forma de actuar es parte de tu estrategia, intenta limitarla a situaciones concretas y no hacerla habitual.

Al igual que en el caso anterior, haz un esfuerzo y piensa cómo te sentirías si un jugador de la mesa se dedica a gastar por completo el tiempo asignado a sus acciones. Piensa que lo hace incluso si ya ha decidido con anterioridad el movimiento que iba a efectuar. Hacerlo esporádicamente es perfectamente entendible, pero que se convierta en rutina puede desesperar incluso al jugador más equilibrado de la mesa.

Sentido común como base del póker

Si tenemos que sintetizar todo lo que hemos mencionado en cada uno de los párrafos anteriores, lo haríamos utilizando una palabra compuesta: sentido común. Comportarte de la manera que te gustaría que el resto de jugadores de la mesa se comportara es la mejor fórmula para respetar las reglas de conducta en el póker a la perfección.

La experiencia de jugar en mesas de póker físicas regularmente te irá aportando ese sentido común tan necesario para poder participar en mesas y torneos cash de póker como deberías. Si cometes algún error en este sentido, tampoco te lo tomes tan a pecho. Probablemente, alguien en el casino te llame la atención. Acéptalo, porque reconocer tus propias equivocaciones es la mejor manera de aprender.