Cómo jugar al póker según Phil Hellmuth

Si hablamos de hombres récord en el mundo del póker, el primer nombre que nos debería venir a la cabeza es el del norteamericano Phil Hellmuth. Si no lo conoces, algo que sería de extrañar, te preguntarás el porqué. Simplemente, porque estamos hablando de uno de los jugadores más exitosos de toda la historia del mundo del póker en términos de grandes victorias.

De hecho, el de Wisconsin ostenta el récord de dieciséis brazaletes de la WSOP. Esto le hizo superar a Doyle Brunson y Johnny Chan y conseguir algo que ningún otro jugador ha podido obtener hasta la fecha. Solo por esto, es motivo más que suficiente para que Hellmuth forme parte de nuestro particular salón de la fama del póker junto con otros grandes como Johnny Moss, Phil Ivey o Daniel Negreanu.

Así pues, a continuación vamos a repasar lo más relevante de la excéntrica vida y obra de “The Poker Brat”, como se ha conocido profesionalmente a Phil Hellmuth. Prepárate para conocer sus éxitos, sus fracasos, su estilo de juego, su vida personal y mucho más.

Vida personal

El origen de Phil Hellmuth se remonta a Madison, en el Estado de Wisconsin. Allí llegó a este mundo el 16 de julio de 1964 uno de los jugadores de póker más carismáticos de todos los tiempos. Tras su nacimiento, sus padres Phil y Lynn le regalaron otros cuatro hermanos más, por lo que creció en una familia numerosa en el que fue el mayor de los cinco.

Según narra el propio Phil en su autobiografía, en sus primeras dos décadas de vida no lo pasó para nada bien. Desde pequeño tuvo una relación controversial y distante con sus padres, ya que le brindaban mucha más atención a sus hermanos pequeños, lo que derivó que Phil Hellmuth tuviese una infancia y adolescencia conflictivas.

Por el contexto social de la época, los padres lo obligaban a que fuese un buen alumno tanto en el colegio como en los deportes. Sin embargo, el pequeño Phil no era capaz de cumplir con ninguna de las dos obligaciones: malas notas en la escuela, desinterés por las actividades físicas, dificultad para relacionarse socialmente y pocas amistades.

Sin embargo, sí había una actividad en la que destacaba con creces: los juegos de mesa. Desde muy joven Phil resultó ser muy competitivo, ya que no le gustaba perder a nada. Así pues, se preocupó por estudiar en profundidad las reglas de los juegos de azar e intentaba encontrar la mejor estrategia para ganar. Esta particularidad terminaría haciendo las veces de puerta para vislumbrar su verdadera vocación y despertar su talento en el mundo del póker.

Comienzos en el póker

A los 16 años se produjo un antes y un después en su vida: unos vecinos del barrio lo invitaron a jugar al póker con dinero real con apuestas máximas de 25 centavos. Al priorizar sus estudios, no continuó asistiendo a estas partidas con regularidad, pero fue el hecho que lo introdujo en el mundo de las cartas.

Un tiempo después, acompañó a su amigo Dave a una mesa de Texas Holdem y allí le comentaron sobre la existencia de una serie de torneos en Las Vegas. En 1985 asistió por primera vez a las WSOP con 5000 dólares y regresó a su casa sin nada en el bolsillo. Era tal su entusiasmo que jugó 40 horas seguidas sin levantarse de la mesa, pero entre apostar al póker y demás juegos de casino como blackjack, ruleta, entre otros, lo perdió absolutamente todo.

Lejos de desanimarse, esa primera experiencia en las grandes ligas lo motivó aún más, por lo que comenzó a disputar partidas de póker con mayor regularidad en su propia ciudad, Madison. Concurrió cinco veces más a las WSOP, pero siempre volvió con las manos vacías, ya que malgastaba el dinero del póker en los juegos de azar.

En 1988 decidió sentar cabeza y abandonó el resto de juegos de casino para enfocarse de lleno en lo que sería su verdadera pasión: el póker. En ese primer viaje centrado en el póquer, acabó con ganancias por primera vez en su vida. Además, se produjo una de sus tantas anécdotas curiosas: tras jugar 24 horas seguidas sin dormir ni comer, Phil se desmayó en un ascensor y tuvieron que socorrerlo.

1989: el año que lo cambió todo

Luego de su primer año en positivo, llegaba 1989 y Hellmuth tenía que reafirmar el crecimiento que atravesaba tanto en conocimiento del juego como en los resultados económicos. Y vaya si lo hizo…

Viajó a Las Vegas con $6500, insuficiente para jugar el Main Event. Así pues, decidió inscribirse en un torneo poker Omaha de $2500 en el que finalizó quinto, embolsándose un total de $25.300. Con ese premio se costeó el evento principal, elección que le permitió obtener uno resultado inmejorable: pasó el día 1 en la posición 24 de los 100 jugadores que quedaban, el día 2 lo atravesó como octavo de 27 y en el tercer día eliminó a Fernando Fisdel para meterse en su primera mesa final de las tantas que llegarían en el futuro.

En el Heads-Up se enfrentó a Johnny Chan, que ostentaba la increíble marca de ser el vigente bicampeón del torneo y estaba a un paso del tricampeonato, algo a lo que un joven de Wisconsin le iba a poner un freno. Con un par 9-9 en su mano, Phil aumentó la apuesta mínima, Chan resubió y tras culminar un All-In, mostró A-7 del mismo palo. El crupier destapó las cinco cartas comunitarias: K-T-T-Q-6. Hellmuth hizo historia y se convirtió en el por entonces campeón más joven de la historia del Main Event con 24 años.

Consolidación como leyenda

Este título le otorgó una fama y un respeto que todavía mantiene en la actualidad, sobre todo porque sus logros fueron incrementándose con el paso de los años. En el 92 llegó el segundo brazalete en un torneo modalidad Limit Poker Holdem y 1993 fue su año dorado: consiguió la increíble marca de ¡tres campeonatos en tres días! En tan solo tres torneos, se embolsó casi medio millón de dólares. La leyenda ya dejaba su huella grande en la historia del póker.

El período más extenso sin sumar un brazalete a su vitrina fue entre 2007 y 2012, pero se sacó la espina al conquistar su primer oro en una modalidad distinta al Hold’em: Razz, una variación que se juega con siete cartas. En ese mismo año marcó otro récord: ganó el Main Event de las World Series de Europa y se convirtió en el primer jugador en ganar el evento principal en ambos continentes.

Su último brazalete provino del No Limit 2-7 Lowball Draw de US$1.5K en 2021. El propio Phil comentó que era una modalidad que había estudiado mucho y aún no se le había dado la oportunidad de triunfar hasta ese momento. Con dicho triunfo, alcanzó los 16 títulos WSOP y se convirtió en el jugador con más campeonatos en las Series Mundiales de Póker.

En la última edición de este evento celebrada en este mismo año 2022, Hellmuth no consiguió ninguna corona, pero alcanzó tres mesas finales y sumó unas ganancias totales de 460.000 dólares. Con 58 años, la leyenda sigue demostrando que la edad es un número y se mantiene al más alto nivel competitivo en una época donde la tecnología va ganando terreno al póker tradicional mediante el uso de herramientas como solvers, calculadoras de probabilidades, material de póker en Youtube, etc.

Hasta la fecha de hoy, The Poker Brat ostenta los récords de mayor cantidad de mesas finales en WSOP (70), mayor cantidad de segundos puestos (14), mayor cantidad de brazaletes (16) y el hecho de ser el único jugador en ganar al menos dos torneos en tres ediciones diferentes de las World Series.

Curiosidades de Phil Hellmuth

Para cerrar nuestro repaso a la vida de Phil Hellmuth, es importante remarcar algunas anécdotas y curiosidades que lo han convertido en el personaje que es, no solo por todo lo que ha sido capaz de ofrecer en las mesas de póker, sino fuera de ellas. Un aspecto que, por otro lado, ha provocado rechazo por parte de algunos de sus rivales.

Algo característico de Hellmuth es aparecer en los Main Event de las WSOP disfrazado. En 2007, por ejemplo, fue a jugar disfrazado de piloto de coches, ya que tuvo como espónsor una marca de esa disciplina. Incluso le fabricaron un bólido con su cara que terminó estrellando el propio Phil tras realizar una mala maniobra.

En 2009 redobló la apuesta y apareció transformado en el mismísimo Julio César junto a un séquito de decenas de mujeres con una vestimenta de la época romana. El pasado año 2021 apareció en el Rio Convention Center disfrazado de Gandalf, uno de los principales personajes de la trilogía de JRR Tolkien: El Señor de los Anillos. Este mismo año 2022 se transformó en el archiconocido Darth Vader.

Para finalizar, queremos concluir destacando la vocación por ayudar a la comunidad de The Poker Brat, que se ha involucrado en múltiples torneos con fines solidarios en los que se consiguieron recaudar alrededor de 40 millones de dólares. Además, cuando Hellmuth pase a mejor vida, siempre nos quedarán sus enseñanzas en forma de videos, libros y una autobiografía. El valioso legado de uno de los más grandes.