Cómo jugar al póker según Adrián Mateos: todos los secretos del mejor jugador español
La vida de una persona puede cambiar radicalmente de un momento a otro. Esto puede ocurrir por casualidad, suerte o destino. La conclusión es personal. Lo cierto es que Adrián Mateos era un adolescente normal que disfrutaba de su vida en Madrid hasta que un día corriente, su historia cambió para siempre.
A la edad de dieciséis años y sin ninguna influencia particular, Mateos se interesó por un torneo de póker que estaba viendo en la televisión y las matemáticas del Texas Holdem. Fue una revelación: algo se despertó dentro suyo y le indicó que ahí estaba el camino a seguir. El comienzo de un viaje que le regaló aventuras increíbles.
Doce años más tarde, el madrileño se transformó en uno de los jugadores de póker más ganadores de la historia de España, motivo por el que lo hemos querido sumar a nuestro particular salón de la fama del póker junto con grandes como Johnny Moss, Phil Ivey o Daniel Negreanu.
Los hitos de Adrián Mateos
Entre los aspectos más destacados de su carrera se encuentran ganar la Serie Mundial de Póker Europa 2013 con solo diecinueve años y ganar la Gran Final del European Poker Tour 2015, siendo el primer español en conseguir esta proeza. Además, cabe recalcar que también se hizo con el PartyPoker Millions de Bahamas en noviembre del 2019.
Fueron años muy intensos, basados en el complemento de un profundo estudio que nace a través de la pasión por una disciplina y un talento natural que le permitió convertirse rápidamente en un experto en la materia. Una verdadera historia de inspiración: encontrar un talento oculto y saber exprimirlo hasta conseguir los mejores resultados, una maravillosa enseñanza de vida.
Un campeón a base de esfuerzo
Adrián Mateos dedicó gran parte de su vida a otra actividad, dado que a los cinco años ya jugaba al tenis y lo hizo de manera constante hasta cumplir los 18. De hecho, él mismo asegura que no era malo y que tenía un nivel medio decente. En cualquier caso, no se vio cautivado por una actividad concreta hasta que en la televisión se topó con el póker.
En cierto sentido, y aunque parezcan muy distintos, se puede decir que el póker y el tenis tienen bastantes particularidades en común. La mentalidad es la clave en ambos deportes: estar mal mentalmente te puede hacer perder. De hecho, sería lo más normal.
Además, uno se encuentra solo y debe tomar una serie de decisiones que comprometerán el resultado hasta el final. Si logra imponer su respeto ante el oponente, puede dar vuelta cualquier encuentro. Por eso, seguramente la base y la templanza que le dio el tenis fue clave para su rápido progreso en el póker.
No obstante, su comienzo en el mundo del póker fue realmente complicado. Mateos señala que en esa época no había tanto material como ahora, que había cosillas, pero mucho menos. También comenta que se leía todo lo que había en español, aunque el problema era que la información de póker más relevante estaba en inglés.
Al mismo tiempo, dejó en claro que los resultados fueron producto de lecciones autoimpartidas a sí mismo, motivadas por la investigación de seguir creciendo para convertirse en manera profesional. En este sentido, reconoce que es un autodidacta y que empezó con material de profesionales que iba encontrando gratuitamente en Internet, incluyendo foros y libros de póker.
Adrián Mateos y su marcha a Londres
Finalmente, tuvo que dar un paso importantísimo en su vida para mudarse a Londres y dedicarse de lleno a ser jugador de póker cuando solamente tenía 18 años. Adrián se lo planteó a mis padres, que probablemente lo vieron venir. Comenta que fue duro en casa, ya que tuvo que dejar la carrera de Economía y marcharse a vivir a Londres con gente que no conocía.
Si bien fue su decisión, llegó a un acuerdo con sus padres: se marcharía un año y, en el caso de que las cosas no le fueran bien, entonces regresaría. Lo peor que podría pasarle era que perdiera el dinero que había ganado seis meses antes al jugar póker online y tuviera que volverse a casa con sus padres para estudiar.
Un tornado de victorias
Adrián Mateos «rompió la Matrix» con tan solo 19 años, cuando ganó el Evento Principal de la Serie Mundial de Póquer Europa 2013. En esa ocasión, se quedó con un bote de un millón de euros y un prestigio que le duraría toda la vida. Pese a que ha sido un triunfo más que emblemático, no ha sido el único.
Dos años más tarde, en mayo de 2015, Mateos ganó la Gran Final del European Poker Tour en Montecarlo, haciéndose con otro millón a la bolsa. Con la victoria, se convirtió en el primer campeón de España del EPT. A los 22 años se convirtió en el jugador más joven en ganar tres brazaletes de las WSOP.
Su éxito se ha visto claramente reflejado en su economía: en la fecha en la que redactamos este artículo, sus ganancias totales en torneos de póker en vivo superan los 25 millones de dólares.
¿Cuál es la clave del éxito de Mateos?
Detrás de un gran campeón siempre existe un abanico de esfuerzos y posibilidades aprovechadas que casi nunca son reveladas. La clave del iceberg es lo que lo sostiene: una base forjada en el crecimiento paulatino y progresivo, de la mano de una conducta intachable. Al nivel de lo que es el Noble camino óctuple, Mateos transitó correctamente todos los pasos que debía para conseguir un éxito inmediato.
Le tocó aprender todo, siempre tuvo la cabeza bien amueblada y nunca hizo locuras. De hecho, reconoce hay que ser muy disciplinado, intentando estar motivado siempre para poder llegar hasta donde él lo ha hecho. Lo difícil del póker para Adrián Mateos es no desviarse, ya que hablamos de un trabajo donde no se tiene jefe ni obligaciones y donde todo depende de uno mismo.
Además, reveló que su éxito fue muy incentivado por la motivación, puesto que con 18 años se quería comer a todos. Asimismo, no le costaba nada y le encantaba hacerlo. Podía haberse pasado el día jugando. Se levantaba y pensaba en póker todo el tiempo, conviviendo con jugadores de póker, hablando de póker… viviendo el póker.
Eso sí, de vez en cuando se iba a España con sus amigos de toda la vida para desconectar. Pero cuando estaba en Londres, en su cabeza solo aparecía una única cosa: póker. De hecho, todavía sigue siendo capaz de meterse en una burbuja mental y no salir. Esto, en un contexto supercompetitivo, es completamente necesario.
Mateos cree que o trabajas o no llegas, algo que pasa en todos los ámbitos de la vida, pero que en el mundo del póker se hace aún más evidente. Del mismo modo, opina que no hay que ser profesional para hacerse esporádicamente con un torneo de cierta entidad, pero codearse con la élite durante un periodo de tiempo prolongado requiere un sacrificio y una consistencia a largo plazo que no todos están dispuestos a intentar conseguir.
Un camino que nunca termina
Para finalizar, debemos comentar que pese a ser uno de los jugadores de póker más notables de España, no se conforma y quiere seguir en el más alto nivel. El madrileño trabaja y estudia lo máximo que puede y señala que cuando llegas a los niveles más altos, no hay tanta gente que te pueda enseñar. Para subir un peldaño más como jugador, estudia más como juegan sus rivales, con programas informáticos y matemáticos que hacen simulaciones de manos.
Juan es uno de nuestros redactores principales de Póker de nuestra página en español para usuarios tanto de España como de Latinoamérica. De la misma manera, colabora con nuestra web en inglés, redactando diferentes noticias relacionadas con el sector del póker para lectores de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Australia.