Aprende a jugar manos marginales en póker

Hace algún tiempo, al momento de aprender a jugar al póker de forma más compleja o avanzada, era muy común escuchar que las manos marginales eran las más difíciles de jugar. Por lo tanto, se aconsejaba evitarlas para no pasar malos momentos durante el juego.

La regla de oro para un aprendiz de póker era jugar pocas manos y tener una noción del juego pre-flop, es decir, conocer el valor de la mano de acuerdo a las cartas recibidas y a la posición que uno ocupa en la mesa de póker. Esta combinación formó un tipo de juego muy específico en el que los jugadores solo participaban con manos de calidad y de manera muy agresiva. En resumen, se enseñaba una manera de juego bastante alejada de situaciones complicadas o decisiones difíciles.

Sin embargo, el brutal incremento en el número de manos que se juegan actualmente como consecuencia de la llegada de las nuevas páginas de póker online, ha hecho que sea necesario variar los estilos de juego para que los oponentes no puedan hacer una lectura exacta de nuestra mano. Una de las claves del póker es ser impredecible, y eso es fundamental en la estrategia de cualquier jugador ganador. Entonces, es necesario jugar manos diferentes de la misma manera: esto quiere decir que a veces es necesario involucrar manos marginales, que deben ser jugadas como si fueran premium para que al momento de recibir esas manos nuestro juego no llame la atención.

El potencial de las manos marginales

Existen infinidades de manos marginales en el póker, que podríamos definir como proyectos: cartas conectadas, del mismo palo, pares bajos o incluso dos cartas con un hueco como QT, J8 y 64. Al contrario de lo que sucede con otras jugadas de las que se puede sacar provecho en el preflop, estas manos no tienen ningún valor. Sin embargo, sí tienen muchísimo potencial para mejorar una vez que se descubra la mesa.

La gran diferencia entre jugar manos marginales y las manos basura o «trash hands» es que, como mencionamos, las primeras podrían acabar convirtiéndose en manos fuertes. En cambio, la única forma de ganar un bote con una mano basura es logrando que el rival se retire de la mesa. Así pues, las «trash hands» o manos basura deben evitarse salvo en casos excepcionales, como cuando se juega de manera gratuita desde la ciega grande, por ejemplo.

La gestión del engaño

La regla que mencionamos anteriormente es el pilar fundamental para tener un juego ganador: involucrarse con manos valiosas y en posiciones adecuadas. Para poder maximizar las ganancias es necesario generar acción en la mesa, y para esto, es importante el engaño: muchas veces es necesario jugar manos marginales de forma barata, que al mismo tiempo nos da la posibilidad de conectar un buen juego y ganar mucho dinero.

Al mostrar una mano marginal de vez en cuando, generaremos acción en la mesa, que es lo que estamos buscando para maximizar las ganancias cuando tengamos manos de calidad. Obviamente, no se deben jugar demasiadas manos marginales.

Superar a tus oponentes

Jugar solo con manos premium es conocido como «póker ABC». Es decir, se trata de jugar de forma simple y sin complicaciones donde siempre se tomen las decisiones fáciles.

Lo malo de tener un estilo tan conservador es que el jugador depende completamente de tener más manos buenas que los oponentes. Para poder obtener mejores resultados, es necesario superar a los oponentes sin buenas cartas. Para eso, hay que involucrarse con manos marginales de manera rentable, teniendo en cuenta la posición y el estilo de juego de los rivales.

Otra cuestión importante de aclarar es que se debe tener precaución jugando con manos marginales: aunque ganes varios botes gracias al engaño, no debes perder el foco y recordar que la base de tus ganancias debería sustentarse en manos poderosas. Muchos jugadores suelen cometer el error de dejarse llevar por el entusiasmo, y no hay nada peor que estar en una mesa en las que todos saben cómo jugamos y cómo hicimos para ganar tantos botes. Lo correcto es conocer al adversario, sacar provecho de tu posición y ser impredecible.

De todos modos, si compartes mesa en salas de póker con dinero real con jugadores recreacionales, tal vez no sea necesario que varíes tu juego, ya que es muy probable que ni presten atención a lo que haces. En esos casos, no es recomendable aventurarse demasiado con manos marginales, puesto que simplemente jugando correctamente las manos de valor podrás explotar las debilidades de tus contrincantes. Como tip, podemos decir que las mayores ganancias en el póker no surgen del mérito propio, sino de la ineptitud de los oponentes.

De mano marginal a mano basura

Otro consejo importante es no enamorarse de una mano inicial: ¡recuerda que las cartas cambian su valor conforme progresa la mano! Veamos un ejemplo en el que esto sucede y una mano con bastante potencial pierde su brillo a medida que el juego avanza.

Imaginemos que recibimos 8-9 en una posición media. Dos jugadores hacen limp y el siguiente efectúa una subida mínima. Decidimos pagar y los dos jugadores siguientes también. Cae el flop y nos da una escalera con 10-J-Q, de distintos palos al que tenemos en mano. Es cierto: ya no aspiramos a conectar una escalera color, pero una escalera en el flop no es nada despreciable. Ahora, el primer jugador apuesta medio bote, el segundo iguala y el siguiente vuelve a subir la apuesta. ¿Qué debemos hacer?

Este es el momento en que descubrimos que tenemos el extremo más bajo de la escalera, y podríamos estar en problemas (nos ganarían con escalera de 10-J-Q-K-A o incluso 9-10-J-Q-K). Nuestros conectores eran buenos y nuestra mano marginal tenía valor, pero se convirtió en basura. Seguramente, no sea buena idea ir a la guerra en esta situación, con el extremo inferior de una escalera.

Dominación

Las manos marginales de póker que se dominan fácilmente son las que más dinero pierden a largo plazo. Por eso, hay que tener la disciplina correcta para saber alejarse de ellas. Como regla general, lo más apropiado suele ser intentar ver un flop barato con la esperanza de conectar una buena mano.

Una mano como A-J también es marginal, ya que puede ser fácilmente dominada. Lo mismo ocurre con K-Q, K-J, K-10 y similares. En estos casos, el consejo es: «en caso de duda, pasa o abandona». Esto podría ahorrarte perder un montón de dinero. En lugar de considerar esas manos marginales para jugarlas, es mejor pensar en lo bueno que sería que los demás jugasen esas mismas manos contra nuestro A-K, por ejemplo.

Es posible que, en momentos puntuales, consigas una combinación espectacular con una mano marginal. Sin embargo, a largo plazo esta estrategia no resulta rentable. Las mejores manos preflop suelen ser las mejores después del flop, por lo tanto, hay que evitar que nuestra mano sea fácilmente dominable para preservar el más preciado de los tesoros: nuestro bankroll.

Conclusión

La forma de jugar a este juego de cartas ha ido evolucionando con el paso del tiempo gracias a la aparición de libros y guías, la emisión de eventos en vivo y la posibilidad de jugar en torneos de póker online. Esta evolución contempla la inclusión de las manos marginales, que pasaron de ser una estrategia débil e indisciplinada a un estilo necesario y en muchos casos brillante y rentable.

De hecho, tanto es así que jugar manos marginales se ha convertido en una parte fundamental de la estrategia de un buen jugador de póquer. De hecho, si mantienes un estilo de juego muy conservador, será ciertamente complicado que consigas muchas ganancias si no incluyes a lo anterior otras estrategias que impliquen el uso de manos marginales.

Las principales claves para jugarlas con éxito, como dijimos, están vinculadas al conocimiento: tener noción del estilo de juego de los oponentes, aprovechar tu posición, ser conscientes de la imagen que proyectamos en la mesa y tener cierta disciplina.