Evita estos errores comunes y mejora tu juego en póker
Hay algunos jugadores, y hasta muchos expertos, que definen el póker como un juego matemático y de estadística. Esta es una verdad que resulta indiscutible, pero que tampoco se puede definir como absoluta. De hecho, en muchas ocasiones, los jugadores de póker comenten errores que no tienen que ver con el cálculo de probabilidades, sino con otros aspectos relacionados con la lógica o el razonamiento.
Por eso, en el siguiente artículo vamos a hablarte de diferentes acciones o movimientos que realizan muchos usuarios habitualmente sin llegar a considerar siquiera si son adecuados. En muchos casos ofrecen un resultado positivo, eso es innegable. Sin embargo, debemos tener en cuenta que estamos usando estrategias que en cualquier momento podrían hacernos caer y perder la mano.
Caer en nuestra propia trampa
Uno de los errores más comunes que comenten los jugadores cuando juegan en su sala de póker favorita es querer apostar constantemente porque está por delante. En este sentido, debemos ser conscientes que ser el chip leader no nos convierte en el dueño de la mesa, y así como subimos, podemos llegar a caer de golpe. Por eso, es importante comportarte de forma equilibrada y saber manejar los momentos para tomar las determinaciones correctas: cuándo atacar y en qué momento resguardarse.
Otro error frecuente es confiar que tenemos mejor mano que nuestros rivales y convertir esto en motivo suficiente para apostar. Nuestra apuesta podría ser valiosa si confiamos en ella, sin embargo, si el rival paga probablemente lo haga porque igualmente confía en su mano, por lo que debemos tenerlo en cuenta. Sin embargo, apostar con una mano fuerte a la que no le va bien después de ser igualada suele ser un gran error. Este razonamiento erróneo se produce porque el póker no es un juego simple, y denota una evidencia de un proceso de pensamiento lógico pero insuficiente.
En algunos casos, la mala intuición sobre la carta baja que cae en el turn o el river puede hacernos creer que todo está como antes. Esto generalmente se da cuando, luego de las cartas ya desveladas. Cae una baja como un 2, un 3 o un 5 sin un palo considerable para formar color ni nada que indique que habrá escalera, por lo que consideramos que no hay nada que haya cambiado.
Es poco probable que esta carta haya tenido algún efecto en la lucha contra nuestros oponentes, por lo que en la teoría la mano se mantendría igual. No obstante, esto no puede hacernos claudicar, ya que es bastante común en las apuestas más bajas que los jugadores hagan bluffs de check-raise con una variedad de manos en el flop, y luego, darse por vencidos cuando su línea no produce un abandono inmediato. Un farol en esos casos podría ser más que efectivo para lograr ganancias.
El jugador tradicional se confunde aquí, ya que asume que es su trabajo decidir si tiene o no la mejor mano, como si el póquer fuera simplemente un ejercicio de clarividencia. En realidad, tal juicio a menudo no está respaldado por la evidencia y sería bueno que deje de dar como ciertas teorías que no son más que eso. Es importante recordar que los rangos cambian a través de acciones, no solo de cartas que caen.
Encandilados por nuestro propio farol
Otro error muy frecuente cuando jugamos al póker con dinero real es intentar hacer creer, a través de nuestras acciones, que tenemos la mejor proyección o combinación posible. Esto se puede ver cuando hay un AS, proyecto de color o de escalera en el flop. Allí, el jugador hace ver sus acciones para que se parezcan a lo que él piensa que sería el comportamiento de alguien que acaba de conectarse la mejor variable del tablero. El problema es que las impresiones únicamente son efectivas cuando sabemos cómo serán interpretadas.
Cuando el viento sople a favor, nuestro oponente podría interpretar sus apuestas como “debe tener color, mejor pasar y dejar que se lleve el bote». Pero no recordamos que nuestras posibilidades son las suyas. Tranquilamente, puede ser él quién tenga esa combinación y logre embaucarnos o, peor aún puede llegar a comprender que estamos intentando engañarlo y llevar la mano a una situación forzada.
Para finalizar, debemos señalar que representar cosas únicamente es efectivo cuando existe una alta probabilidad de que nuestro oponente no tenga una mano fuerte, de lo contrario, podríamos meternos en un problema, hacernos acabar perdiendo la mano o, lo que es peor, un torneo de póker que estemos disputando.
Juan es uno de nuestros redactores principales de Póker de nuestra página en español para usuarios tanto de España como de Latinoamérica. De la misma manera, colabora con nuestra web en inglés, redactando diferentes noticias relacionadas con el sector del póker para lectores de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Australia.