Errores que cometen los jugadores de póker principiantes (1a parte)
Los inicios en cualquier ámbito de la vida siempre suelen ser difíciles. Conducir por primera vez, enfrentarnos a nuestro primer trabajo, etc. siempre supone un reto. En este sentido, el mundo del póker no es una excepción. Al igual que en cualquier otra actividad, los conocimientos y la mejor toma de decisiones surgen de la experiencia, por lo que carecer de esta virtud puede llevar a que un jugador cometa equivocaciones comunes.
En relación con esto, los errores en una mesa de póquer pueden resultar costosos, pero como principiante debes verlos como una oportunidad para aprender. Además, de una u otra forma, nunca se deja de aprender en el póker, sino que estás en una permanente evolución. En cualquier caso, sí hay una serie de errores habituales entre los jugadores novatos que uno debe dejar atrás tan pronto como sea posible para convertirse en mejor jugador, sobre todo si tu intención es jugar al póker con dinero de verdad.
A través de este artículo y uno posterior queremos mostrarte algunos de los errores más flagrantes que cometen los jugadores de póker principiantes y cómo evitarlos. De esta forma, si eres nuevo jugando a este juego de cartas, tu transición al mismo no será tan agresiva no tendrás que sentirte desalentado tras varias jornadas de resultados catastróficos y evitarás que se te ponga cara de póker.
Primer error: jugar demasiadas manos
La impaciencia nunca es una buena compañera, y mucho menos en el póker. Uno de los principales errores que cometen los nuevos jugadores es sentirse en la obligación de jugar un gran porcentaje de manos. Sin embargo, considerar que «ver» el flop en un mayor número de ocasiones los vuelve competitivos puede llegar a ser una determinación contraproducente que les haga sufrir más pérdidas de las realmente esperables.
Sentirse excluidos de la acción, no querer parecer un jugador débil del que el resto de participantes puede sacar provecho o que cualquier carta parezca una buena opción son algunos de los motivos que empujan a determinados usuarios principiantes a jugar, aun cuando todas las señalas invitan a pasar. Con todo esto, nuestra recomendación es que analices en profundidad cada mano y seas más selectivo a la hora de escoger cuándo jugar.
Segundo error: jugar con miedo
Los extremos nunca son aconsejables, tampoco en el mundo del póker. Entre los jugadores principiantes, hay muchos que suelen ser demasiados agresivos, pero otros, que no son un número reducido, juegan cada mano con mucho miedo. El hecho de no querer perder fichas los hace claudicar ante las grandes apuestas o cuándo el flop no acompaña, por lo que la tendencia clara es que estos apostadores vayan dejándose fichas en el camino hasta encontrarse en una situación de una desventaja considerable.
Este miedo también los lleva a sacar conclusiones en forma de paranoia, ya que el jugador puede asumir que cualquiera que realice una apuesta fuerte debe tener una mano monstruosa, por lo que se retirará de todas las manos excepto de las mejores posibles. Esta manera de pensar puede ser desastrosa para tu juego tanto pasando un buen rato con los amigos como participando en un torneo de póker con dinero real.
La gran solución a esto es prestar mucha atención a las resoluciones de cada mano para llegar a la conclusión de que los faroles son más habituales de lo que creemos y que, al prestarle atención, puede llegar a ser factible detectarlos.
Tercer error: farolear demasiado
Nos vamos al otro extremo. Teniendo en cuenta que existen diferentes tipos de jugadores de póker, además de los conservadores, podemos encontrar otros que se comportan de manera agresiva y toman riesgos completamente innecesarios con excesiva regularidad. Al ser nuevos, encontramos jugadores que consideran que la base del triunfo en el póker consiste en saber farolear. Esto, que puede llegar a ser visto como una virtud, es un hilo conductor hacia una trampa mortal.
Si bien es satisfactorio hacer un farol a alguien fuera del bote, debes establecer un porcentaje óptimo de faroles para no volverse predecible. De lo contrario, un jugador experimentado podría detectar dichos faroles y hacerte trizas arrebatándote en una mano todo lo que tanto tiempo te costó conseguir.
Queremos finalizar con esta primera parte del artículo «Errores que cometen los jugadores de póker principiantes» señalando que para que un farol funcione, tus oponentes tienen que pensar que tienes una mano de póker real. Ante el mínimo error, el destino podría ser perder la mano. Si siempre vas de farol, tus faroles no serán creíbles y el resto de usuarios empezará a aceptar tus desafíos. Otro componente del farol es que sus apuestas deben contar una historia creíble, porque si se convierte en una simple agresión al azar, los riesgos son extremos.
Juan es uno de nuestros redactores principales de Póker de nuestra página en español para usuarios tanto de España como de Latinoamérica. De la misma manera, colabora con nuestra web en inglés, redactando diferentes noticias relacionadas con el sector del póker para lectores de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Australia.